Traducción de materiales turísticos

Uno de los sectores económicos que mejor ha capeado la crisis económica mundial es el del turismo. Turoperadores, guías turísticos, agencias de viajes, hoteles y restaurantes dan servicio a miles de visitantes procedentes de todos los países, consumidores que demandan que se les hable en su propio idioma. Inglés, francés, alemán, pero también chino, ruso, japonés, árabe o turco son lenguas a las que el profesional del turismo debe hacer traducir sus materiales turísticos para destacar en su competitivo sector profesional.

En ABC Translink llevamos muchos años traduciendo materiales turísticos de todo tipo y para empresas de carácter muy diverso: carteles, dípticos y trípticos informativos para agencias de viajes, entornos web informativos para turoperadores, centrales de reserva para hoteles o casas rurales y menús y cartas para restaurantes y cafeterías son algunos de los ejemplos más representativos. Fruto de esta larga experiencia hemos recopilado una serie de consejos que, creemos, pueden resultar útiles a la hora de elegir a la mejor agencia de traducción. Hoy en el blog de ABC Translink queremos ofrecerte 2 consejos para traducir materiales turísticos.

traduccion_turismo

Consejo 1: atención a los modismos.

En general, el material turístico tiene dos objetivos principales: informar y convencer. Para conseguir estos objetivos los redactores de materiales turísticos suelen salpicar su texto con bastantes modismos y frases hechas en un lenguaje coloquial que acerque la empresa a su consumidor. A la hora de traducir estos textos, el traductor debe respetar esas frases, esos modismos, pero no puede traducirlas de forma literal sino adaptarlas a las costumbres idiomáticas de las personas que consumirán esa información. Lo vemos con un ejemplo, imagina que hay que traducir al inglés el siguiente texto:

– Visitar Barcelona es pan comido utilizando nuestra tarjeta VIP.

El redactor del texto ha colocado la expresión pan comido en esta frase por algún motivo concreto; como traductores no podemos eliminarla, pero tampoco podemos traducirla literalmente como eaten bread, ¿verdad? En este caso a cinch, a doddle o cut and dry serían opciones de traducción mucho más acertadas.

Traducir correctamente modismos y expresiones coloquiales depende del saber hacer del traductor,  de su experiencia, de su exhaustivo conocimiento de la lengua formal y coloquial y, lo más importante de todo, del trabajo de localización previo que haya realizado.


Consejo 2: atención a los nombres propios.   

Otra característica importante de los materiales turísticos que solemos traducir en ABC Translink es que intercalan en sus textos multitud de topónimos, antropónimos, nombres de instituciones como museos o casas de cultura o nombres propios y sobrenombres de pintores, escultores o fotógrafos. Pensemos, por ejemplo, en el título en francés de uno de los cuadros más famosos del mundo, La Joconde. ¿Tendríamos que traducirlo en español como La Gioconda o La Mona Lisa? O en el caso de la traducción de menús y cartas de restaurante, ¿deberíamos traducir el nombre de un plato tan típicamente español como es la paella?

En este caso nuestro consejo es doble:

Conocimiento de las normas nacionales e internacionales establecidas. Un buen traductor debe saber que, por ejemplo, sí está establecido que hay que traducir al idioma destino el nombre de los Papas de Roma – Juan Pablo II en lugar de Jean-Paul II- o el nombre de las figuras históricas relevantes como Carlos Marx – Karl Marx – o Miguel Ángel – Michelangello-.

Sentido común. El traductor profesional debe decidir en cada momento si es preciso, o no, traducir nombres propios o, en su caso, proponer al autor del texto la posibilidad de añadir unas líneas explicativas y entre paréntesis explicando el término original.

¿Quieres que te demos algún consejo más para traducir materiales turísticos?
Habla con ABC Translink.

Etiquetado:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *