Traducir acrónimos

La ausencia de una normativa internacional general o el desconocimiento de las normas internas de un país pueden complicar al traductor la tarea de traducir los acrónimos. Hoy en el blog de ABC Translink hablamos de estas siglas y vocablos desde nuestro punto de vista profesional: el de la traducción.

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La definición

Recurrimos al DRAE para refrescar las dos definiciones en castellano del término acrónimo. La primera de estas definiciones es bien conocida por todos:

– “Tipo de sigla que se pronuncia como una palabra; p. ej., o(bjeto) v(olador) n(o) i(dentificado).”

La segunda acepción no es tan conocida por el gran público:

– “Vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última, p. ej., ofi(cina infor)mática, o, frecuentemente, por otras combinaciones, p. ej., so(und) n(avigation) a(nd) r(anging), Ban(co) es(pañol) (de) (crédi)to.”


¿Se deben traducir todos los acrónimos?

Como suele ocurrir, la respuesta a esta pregunta es: depende. Piensa, por ejemplo, en el acrónimo FBI, ¿crees que sería necesario traducirlo al español? ¿Y FIFA, ADSL o SIM? Algunas siglas han traspasado las fronteras de su idioma original y han pasado a formar parte del vocabulario de otros idiomas por lo que, en general, no debemos traducirlas.

Un ejemplo a la inversa: ¿crees que los lectores entenderían el acrónimo AIDS o deberías incorporar la traducción al español SIDA? Lo mismo ocurre con otras siglas y vocablos del sector de la salud como, por ejemplo, ADN en lugar de DNS.

3 consejos para traducir acrónimos.

  1. Investiga.

Revisa la normativa en el idioma de destino. Si no existe una normativa específica al respecto, podemos solucionarlo echando un vistazo a las noticias sobre el tema publicadas por los principales medios de comunicación del país.

 

  1. Utiliza el sentido común.

Un elemento común a todas las traducciones es que el lector final comprenda plenamente el mensaje. Si dudas sobre traducir o no un acrónimo, revisa el contexto general del documento y valora si traduciendo ese término concreto facilitarás la comprensión del texto por parte del lector o no.

 

  1. Sé consecuente.

Si en un texto decides no traducir un acrónimo concreto no lo hagas, pero no cambies de idea a la mitad de la traducción y escribas ese acrónimo con su traducción en el idioma de destino.

 

¿Necesitas traducir textos con acrónimos?

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