Archisílabos, mejor evitarlos

Primero de todo, ¿qué es un archisílabo?

Este musical término define aquellas palabras que han sido alargadas por medio de la utilización de sufijos. Esta forma de crear palabras no sería un problema si los vocablos formados añadieran matices de significado o tuvieran una variación semántica respecto de la palabra raíz. Ahí está el problema: por un lado no añaden nada nuevo, por lo que son innecesarios; por otro dificultan la comprensión del mensaje o del texto y en muchas ocasiones se usan erróneamente.

En los últimos años hemos podido detectar un aumento en el uso de este tipo de palabras en muchos ámbitos: político, publicidad y marketing, periodístico, etc.

La formación de estos “palabros” es sencilla. Basta con añadir al término ya existente y correcto una serie de sufijos que alargarán el término original: -logía, -ción, idad son algunos de ellos, aunque hay más y como decimos no aportan significado por lo que son innecesarios.

Algunos dirán que existen palabras largas que terminan en algunos de esos sufijos y que forman parte de nuestra lengua desde hace mucho tiempo. Por supuesto, son lo que llamamos sustantivos abstractos, aquellos que utilizamos para designar ideas o conceptos como cualidades. Cuando queremos referirnos a alguna de esas abstracciones recurrimos a estos términos: creatividad, escepticismo, razonamiento.

Los traductores y correctores de ABC Translink son conscientes del problema que supone enfrentarse a un texto de tipo oficial, periodístico o de marketing en el que abundan este tipo de palabras. ¿Cómo enfrentarse a ellas? ¿Deben traducirse o corregirse tal cual o es preferible adaptarlas?

Como en otros casos hay que diferenciar entre el aspecto estilístico y el gramatical.

Desde un punto de vista de la corrección lingüística los archisílabos son incorrectos. No solo porque se trata de términos de nueva creación y de dudosa utilidad, sino porque, como decíamos, se usan de manera incorrecta desvirtuando el sentido, y el mensaje. Por lo tanto, habría que corregir, al menos, aquellos que claramente son erróneos, revisando luego los innecesarios. Dependerá del grado de corrección que se lleve a cabo si se sustituyen o se mantienen algunos de ellos.

Entonces, si son erróneos, inútiles y perjudiciales para nuestro mensaje ¿por qué no solo se han asentado en nuestro lenguaje sino que además se han popularizado y extendido?

Por desconocimiento. Ignoramos muchos aspectos de nuestra propia lengua y nos convencemos de que cuanto más rebuscado, complejo y rimbombante suene un discurso más calidad destila. Así pues, contención, repasemos nuestros textos y nuestras ideas antes de lanzarnos a utilizar este tipo de palabras.

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