Decálogo de una agencia de traducción

Estarás de acuerdo con nosotros en que este mundo tan globalizado obliga a las empresas a hablar en diferentes idiomas para llegar a su clientes, mantenerse en el mercado y ser realmente competitivas. Manuales corporativos, páginas web o catálogos de productos y servicios son alguno de los ejemplos de los materiales que necesitan traducir prácticamente todas las empresas del mundo, sean del sector que sean.

Existe una fuerte demanda de servicios de traducción pero, lógicamente, también hay una altísima oferta de agencias y traductores independientes que ofrecen este tipo de servicios. ¿Cómo elegir a la empresa de traducción más adecuada? ¿En qué debes fijarte cuando contrates un traductor? ¿En el precio? ¿La rapidez? ¿El número de idiomas que sean capaces de traducir?

Vamos a intentar ayudarte en ese a veces complicado proceso de selección con una de nuestras herramientas de trabajo: nuestro propio decálogo corporativo. 10 principios que guían el trabajo de los profesionales de ABC Translink.

Decálogo de ABC Translink

1. Profesionalidad.
Somos profesionales por aptitud y por actitud: con los conocimientos adquiridos tras años de estudio y con la voluntad de dar el mejor servicio posible a nuestros clientes.

2. Calidad.
Cumplimos siempre con los requisitos básicos de calidad que exige cualquier proyecto de traducción y, en el caso de las traducciones especializadas, siguiendo punto a punto las normas ISO 9001 Y UNE EN 15038.

3. Respeto.
Mostramos respeto hacia el cliente y hacia nuestros compañeros. Todos estamos en el mismo barco y tenemos el mismo objetivo común: prestar el mejor servicio posible.

4. Accesibilidad.
Somos personas que hablan con personas. Pertenecemos a una empresa, pero no por ello debemos mantener una relación profesional fría o distante.

5. Disponibilidad.
Los profesionales de ABC Translink tenemos un horario de trabajo bastante amplio, pero además contamos con personal de apoyo para esos proyectos urgentes que no pueden esperar.

6. Flexibilidad.
Adaptamos cada trabajo, cada proyecto, a las particularidades del cliente final.

7. Actualización.
Reciclamos continuamente nuestros conocimientos para mantener alto nuestro nivel de competitividad.

8. Confidencialidad.
Cuidamos los datos privados de nuestros clientes como si fueran propios, sin sorpresas.

9. Especialización.
Zapatero a tus zapatos: no todos podemos saber de todo, así que cada traductor del equipo es especialista en un tipo de traducción diferente: literaria, jurídica, jurada, etc.

10. Honestidad.
Somos humanos y podemos cometer errores, pero estamos enamorados de nuestro trabajo y damos lo mejor de nosotros mismos a cada proyecto, a cada traducción, a cada empresa cliente.

¿Qué te parece nuestro decálogo? ¿Añadirías algún punto más?

 

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