El origen del idioma alemán

Los alemanes son un pueblo grande y valeroso. Su laboriosidad, su ciencia y su valentía, reclaman la admiración del mundo. Sólo hay que canalizar su fabulosa energía para que sirva al mundo en su totalidad”. Mahatma Gandhi.

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Uno de los idiomas de traducción más solicitados por nuestros clientes es el alemán que, al contrario de lo que mucha gente cree no es el idioma oficial sólo de nuestros vecinos alemanes. Austria, Bélgica, el pequeño Liechtenstein, Luxemburgo y Suiza son otros países en los que la lengua de los hermanos Grimm es oficial o cooficial. Además, debido a la inmigración, actualmente hay comunidades germanoparlantes en muchos países, sobre todo en Argentina, Estados Unidos y Brasil. En definitiva: Millones de personas y empresas que se comunican de forma habitual en este fuerte y expresivo idioma.

 

Origen:

El alemán es una lengua germánica cuyo origen se sitúa en la Edad Media. En el siglo XIV el idioma oficial de la actual Alemania era, como en muchas otras, el latín. Era el idioma culto que se plasmaba en todos los documentos oficiales y religiosos. El problema estaba en que el pueblo llano no dominaba este culto idioma. En esa época, y dependiendo de la región donde habitara, la gente hablaba diversos dialectos como el bávaro, el alemannisch y el fráncico renano o medio. Había tantos que se vio necesario unificarlos en una sola lengua que, además de los dialectos regionales, todo el mundo hablase y comprendiese.

De esta forma el Emperador Luis IV (1314-1347) decidió unir todos los dialectos y crear un lenguaje oficial común, el idioma que, depurado a través de los siglos, llegaría a ser el sexto idioma más hablado del mundo. 

Algunas curiosidades:

–          Aunque la gramática y la ortografía no son sencillas, los alemanes tienen algunas reglas que nos pueden ayudar. Una de ellas es que el sustantivo se escribe siempre con la letra inicial en mayúscula: “dar Substantiv”.

–          En alemán hay muchas palabras compuestas, es decir, formadas por dos palabras que escritas de forma individual significarían algo diferente (serían, por ejemplo, las españolas “sacacorchos” o “cortaplumas”). La peculiaridad es que, para comprenderlas, hay que leerlas de atrás hacia delante. Por ejemplo, “curso de verano” sería en alemán Sommerkurs. Kurs significa “curso” y sommer quiere decir “verano”. De forma compuesta leeríamos: “curso de verano”.

–          En el 2013 desapareció la palabra más larga del idioma alemán que tenía, nada más y nada menos, que 63 letras. Era esta: “Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz” y podríamos traducirla como “ley para la transferencia de tareas de supervisión en el etiquetado de la carne vacuna”.

–          Una de las palabras actuales más largas del diccionario alemán tiene 36 letras: “Kraftfahrzeug-Haftpflichtversicherung”. En español sería algo así como “seguro de responsabilidad civil de automóviles”.

¿Te gustaría hablar alemán? ¿Por qué?

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