¿Interpretar = traducir?

Algunas de las agencias de traducción como ABC Translink ofrecen a sus clientes un servicio complementario al de la traducción y que adquiere una importancia vital en los procesos de internacionalización: los servicios de interpretación profesional.

Servicios interpretación ABC Translink

¿Interpretar o traducir?

Hace un tiempo hicimos un pequeño test en Linkedin: lanzamos dos preguntas a los integrantes  de uno de nuestros grupos de debate formado por grandes profesionales del sector de la traducción y la interpretación. Las preguntas eran las siguientes:

¿Creéis que vuestros clientes conocen la diferencia entre “traducir” e “interpretar”?

Esta pregunta generó respuestas de todo tipo. Algunos expertos opinaban que sí, que sus clientes conocían perfectamente las diferencias entre estas dos tareas. Otros profesionales decían que no y, muy interesante, un tercer grupo de profesionales opinaban que los clientes no tenían por qué conocer estas diferencias. Y, realmente, estos últimos tienen mucha razón ¿verdad? Los clientes no tienen por qué saber si necesitan un traductor o un intérprete; son las agencias de traducción e interpretación las que tienen el deber de orientar a las empresas y de ofrecerles el servicio más adecuado para cubrir sus necesidades y alcanzar sus objetivos. Es decir, para incrementar los beneficios de su inversión.

La segunda pregunta de nuestro breve test era aún más directa:

¿Todos los traductores son capaces de interpretar?

La respuesta en este caso fue unánime: no.

Existen muchas diferencias entre estas dos profesiones que, aunque están íntimamente relacionadas, tienen una serie de características propias que las hacen singulares. Un par de ejemplos:

Tiempo: la interpretación se realiza a tiempo real. Es decir, el intérprete debe traducir mentalmente el discurso del cliente y trasmitirlo en otro idioma de forma casi simultánea. No hay tiempo para revisar el significado de ciertos términos ni para intentar recordar “cómo se decía…”. No todos los traductores tienen los amplios conocimientos teóricos necesarios para ejecutar con éxito la tarea de interpretar.

Nivel de estrés: muy relacionado con el punto anterior. Los niveles de estrés a los que está sometido un traductor son muy altos. El intérprete no sólo no tiene tiempo para revisar su discurso, sino que también es el responsable de que el contenido del mismo sea una copia fiel del emitido por el orador. Las sesiones de interpretación se suelen celebrar para concretar y firmar proyectos internacionales, debatir sobre temas de política y economía internacional, etc., temas de suma importancia en los que se juega con el presente y el futuro de muchas personas y organizaciones. Como te imaginarás, no todos los traductores están preparados psicológicamente para afrontar este nivel de estrés día tras día.

 

En ABC Translink opinamos que el importante servicio de la interpretación debe ser realizado por intérpretes cualificados y bien preparados. Personas con conocimientos teóricos y, algo muy importante, profesionales con una gran experiencia, con “muchas tablas” detrás.

¿Y tú? ¿Crees que “interpretar” y “traducir” son sinónimos?  

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