Norma europea UNE EN-15038 / Norma internacional ISO 17100

Anteriormente hablamos en nuestro blog sobre la norma de calidad ISO 9001 y hoy, vamos a revisar dos normas de calidad que atañen a los estándares relacionados con los procesos de traducción de textos.
Las agencias de traducción, empresas o autónomos que se dediquen de manera profesional a todo lo relacionado con la traducción, corrección, revisión o edición de textos, deben estar al tanto de este tipo de normativas de calidad, que sirven para homogeneizar este tipo de labores dentro del marco europeo.
En 2015 la Norma Europea de calidad UNE EN-15038:2006, que establecía las disposiciones que los proveedores de estos servicios debían cumplir, fue anulada y sustituida por la norma internacional ISO 17100, que a su vez fue modificada en 2017.
Ambas indicen en que aquellos dedicados a la traducción profesional, ya sean empresas, agencias o traductores autónomos deben, a la hora de gestionar su labor, detallar y documentar los pasos que llevan a cabo en sus proyectos.
La actual norma en vigor, la ISO 17100:2017 igualmente nos indica que aspectos, tanto teóricos, como prácticos, se deben estructurar y pormenorizar. Además, especifica cuáles son las competencias necesarias que los profesionales deben poseer.
La normativa indica que para asegurar que el trabajo realizado alcance los estándares de calidad exigidos se deben cumplir toda una serie de requisitos:
 Un traductor cualificado debe realizar la traducción y una primera revisión.
 Otro traductor, distinto del primero, debe llevar a cabo una segunda revisión y asegurarse de que el volcado idiomático es correcto y cumple con los objetivos establecidos.
 Aquellos que se dediquen a esta labor o las agencias y empresas que ofrezcan estos servicios deben poder demostrar alguna de estas competencias: cinco años de experiencia en el ámbito de la traducción; o una titulación superior en traducción; o una titulación de otro campo y dos años de experiencia profesional en traducción.
 Se indica, también, que el proveedor del servicio de traducción debe realizar un seguimiento pormenorizado de todos los aspectos administrativos y contables: planificación con el cliente, facturación, pasos previos de la organización del proyecto, etc.
 Igualmente deben detallarse todas las fases de la parte propiamente “lingüística”: volcado idiomático, revisión, edición y corrección.
Esta norma deja claro que no solo es relevante la tarea de traducción en sí, sino que, como hemos visto, es la labor global y conjunta de profesionales especializados y cualificados (gestor que elabore y planifique el proyecto, traductores y correctores, relación con el cliente, etc.) la que permite que el trabajo final sea riguroso y alcance los estándares de calidad exigidos.

Resaltes del texto: la negrita

La negrita es uno de los marcadores o resaltes que se utilizan para llamar la atención sobre palabras o fragmentos del texto. Podríamos pensar que su uso es sencillo y aleatorio, pero no es así. En textos de tipo publicitario, periodístico e incluso oficial, su uso es esencial para marcar la importancia de las secciones que el autor quiere destacar. Los correctores de textos deben estar al tanto de mantenerla o eliminarla cuando sea necesario, en caso de que los traductores la hayan omitido. Igualmente, deben tener claro cuando las normas ortográficas aconsejan ponerla en práctica.

Principales usos

  • Para llamar la atención sobre los títulos, subtítulos, ladillos o titulillos de párrafo. Este empleo solo representar un rasgo propio del encabezado de un texto.
  • En obras periodísticas: artículos, reportajes o entrevistas (no en se debe usar de esta manera en las noticias); didácticas y Páginas web se utiliza para resaltar nombres propios.
  • En los índices temáticos y onomásticos de las obras tiene un uso muy específico: marcar los números de página bien para indicar que la entrada o el tema encabeza el capítulo; o bien para advertir de que en dicha página aparece una imagen relacionada con la entrada.

Respecto a la duda de si marcar en negrita los signos de puntuación, depende del texto. Si es un párrafo o un fragmento largo, las comas o puntos insertados en el pueden ir en negrita. En el caso de que sea una palabra aislada seguida de puntuación, este podría no marcarse.

Además de esos usos específicos, que sirven para dotar a este resalte de usos distintos a los de de la cursiva o las comillas, en general la labor de la negrita, como decíamos, es llamar la atención sobre una parte del texto que se considera importante.

Hay, eso sí, un aspecto importante de este tipo de resaltes (ya hablamos anteriormente de las comillas y la cursiva) que los correctores de textos deben tener en cuenta. Cuando un corrector profesional recibe un encargo ha de aclarar ciertas cuestiones con el cliente, y cuando se trata de textos periodísticos, divulgativos o didácticos, en los que estas marcas son comunes (mucho más que en textos literarios, por ejemplo) el corrector debe cerciorarse de que el autor o la editorial no tengan unas normas o “libro” de estilo propio. Pues en ese caso podría producirse una incongruencia y que se resaltaran las mismas palabras con una negrita y una cursiva y, sin embargo, se dejaran de marcar otras. Es preferible consultar antes que tener que rectificar un texto completo.

Herramientas de escritura: ayudar a la creatividad

Todo aquel que alguna vez se ha enfrentado a la tarea de escribir o redactar, se ha encontrado con un bloqueo mental o falta de inspiración. La creatividad, como muchas otras capacidades se educa con la práctica. En ABC Translink sabemos lo que puede suponer tener un encargo y encontrarte con estas dificultades, así que vamos a recordar algunas técnicas que facilitan a nuestra mente pensar siempre con mayor eficacia.
Sin duda el mejor recurso para eliminar un bloqueo es distraer la mente, dejar de intentar pensar en el tema que nos ocupa y relajarnos haciendo cualquier otra cosa. Cada persona tiene sus métodos para alcanzar la relajación y ayudar a la concentración: escuchar música, leer para conseguir inspiración, rodearse de un ambiente que resulte agradable o alejarse momentáneamente del lugar de trabajo.
Una vez decididos a empezar se puede realizar lo que se conoce como “Lista de verificación” que nos permitirá cerciorarnos de que disponemos de todo lo que podemos considerar esencial para poder realizar nuestro trabajo sin distracciones ni interrupciones que puedan cortar nuestro momento de inspiración.
En esta lista nos plantearemos una serie de cuestiones:

  • Disponemos de todo lo necesario para poder trabajar: conexión óptima a internet, materiales de consulta, etc.
  • Tenemos toda la información requerida: apuntes, materiales, bocetos, esquemas, etc. Si no es así solventarlo antes de comenzar la redacción
  • Estamos en un lugar indicado y nuestro espacio de trabajo es óptimo. Distracciones, ruidos, llamadas, todo puede ser negativo en el desarrollo de la escritura. Evitarlo en la medida de lo posible.
  • Nos sentimos inseguros sobre el tema del que vamos a escribir. En ese caso, recopilar información con algún experto o en fuentes seguras.
  • Cuidado con la autocrítica. Está bien dudar, pero no hasta el punto de que nada de lo que hagamos nos parezca bien. Tampoco es conveniente releer lo escrito, desde el punto de vista estilístico, pues siempre encontraremos pegas y querremos retocar.
  • Problemas de tiempo. Las prisas no son buenas y la ansiedad puede afectar a nuestra capacidad creativa.
  • Tenemos claro el encargo de nuestro cliente. Si no es así, aclarar las dudas antes de perder tiempo redactando algo que luego no servirá.

Igualmente, tener claras tres cuestiones (el boceto inicial del que hablábamos anteriormente):

  • Qué quiero comunicar y de qué manera.
  • A quién va dirigido el mensaje. Tener claras las necesidades y límites de los receptores.
  • Objetivos. ¿Qué quiero conseguir con el mensaje?
    De esta manera estaremos preparados para redactar adecuadamente el texto encargado.

Familias lingüísticas: protolenguas

Uno de los requisitos básicos que ha de tener un corrector o traductor que trabaje con textos de cualquier tipo es una amplia comprensión de las estructuras internas de las lenguas que maneja. Cualquiera de los profesionales que trabajan con ABCTranslink sabe que sin entender las características que hacen a una lengua de determinada manera, no se pueden discernir las diferencias con otras lenguas que, al fin y al cabo, es lo que permite alcanzar el dominio de cada una de ellas.
Sin duda la práctica y la experiencia son esenciales y se van consiguiendo con el tiempo, pero sin esa base inicial de conocimiento no obtendremos buenos resultados en nuestras traducciones o correcciones.

Para adentrarnos un poco en el tema de las características de las lenguas, vamos a hablar de las Familias de lenguas:

Estas son un conjunto de idiomas que comparten un origen lingüístico y que tienen, por lo tanto, una serie de rasgos comunes.
Ese origen compartido se denomina Protolengua, de la que no quedan rastros escritos. Es a través de sus descendientes y sus peculiaridades comunes como obtenemos un bosquejo de lo que podría haber sido ese idioma común originario. Con el tiempo, esas “lenguas madre” se fueron dividiendo, dando origen a dialectos y variaciones que con el uso se fueron convirtiendo en los antepasados más cercanos de los idiomas que hablamos en la actualidad.

Evidentemente ese proceso es lento y su recorrido complejo, pasando por distintas etapas en las que las distintas influencias culturales, de otros idiomas, van dando forma y haciendo evolucionar a las lenguas existentes en cada lugar.
El devenir de la historia y los acontecimientos que han sucediendo tienen mucha importancia sobre la formación de nuestros idiomas: guerras, conquistas, migraciones, viajes de exploración, todo ello ha permitido el mestizaje y la influencia mutua entre las lenguas. De hecho, a lo largo de los continentes podemos encontrar familias de lenguas muy dispersas geográficamente, idiomas que no tienen relación con sus vecinos, etc.

Dentro de una misma familia lingüística hay multitud de lenguas distintas, algunas tan diferenciadas entre sí que son completamente ininteligibles (español y alemán). Entre otras es más fácil ver similitudes (español e italiano), tanto a nivel semántico como fonético. No obstante, si se realiza un estudio más profundo se pueden encontrar semejanzas estructurales, morfológicas o semánticas compartidas que no aparecen en las lenguas pertenecientes a otras familias.

Las familias lingüísticas que existen en la actualidad están divididas siguiendo esos criterios de procedencia común y de reconstrucción de la protolengua:

  1. Euro – Asiática
    • Indoeuropea
    • Caucásica
    • Urálica
    • Paleosiberiana
    • Altica
    • Dravídica
    • Daica
    • Sinotibetana
  2. Africana
    • Cámito-semítica
    • Niger-Congo
    • Nilo-sahariana
    • Joisana
  3. Oceánica
    • Austronesia
    • Indopacífica
  4. Americana
    • Amerindias
    • Esquimal-Aleutiana
    • Na-Dené
  5. Australiana
    • Aborígenes
  6. Aislada
    • Euskera

Recursos literarios y figuras retóricas

Los traductores y correctores literarios de ABC Translink saben bien que moverse por el océano de las figuras retóricas puede ser complejo. Hay tal diversidad de recursos literarios que hemos escogido los que nos han parecido más interesantes y los hemos intentado organizar en secciones para tener un pequeño esquema que nos guíe entre matices, apreciaciones y variedades.
Las figuras retóricas son esenciales en la literatura. No nos percatamos de su presencia, pero ahí están. Desde el punto de vista de una traducción o corrección literaria tenerlas presentes es esencial, pues si no captamos su intención el sentido o la intencionalidad del texto puede perderse en la traducción.
Recursos de ámbito gramatical
Estas figuras retóricas aprovechan la sintaxis y los aspectos morfológicos para jugar con los matices de significado:
• Anáfora: consiste en repetir al comienzo de cada frase o verso la misma palabra. La blanca luna, la blanca nieve y la blanca mirada.
• Anadiplosis: en este caso la repetición se sitúa al final del verso y al comienzo del siguiente. Por fin se pone el sol, sol ardiente e implacable.
• Asíndeton: se logra omitiendo las conjunciones que normalmente se utilizarían para dar empaque a una oración. Corre, salta, vuela; crece, aprende, vive.
• Concatenación: las oraciones comienzan con el mismo término con el que finalizan las anteriores, enlazando todas en una sucesión. Lentas pasan las horas, horas eternas y vacías, vacías, lúgubres y solitarias.
• Derivación: uso de varias palabras que tienen en común el mismo origen semántico y comparten la misma raíz. Si volviesen, volverían y por ello volveré para que vuelvas.
• Polisíndeton: En este caso reiteramos varias veces la misma conjunción. Y se decidió, y se levantó, y por fin habló.
Recursos de ámbito fonético
En este caso, encontraremos figuras que aprovechan la fonética para lograr mayor sonoridad:
• Aliteración: consiste en repetir sílabas o sonidos en varias palabras de la misma oración o verso. La suave y sonora suerte se serenó en sus ojos.
• Calambur: aprovechando la entonación de las sílabas en las que hacemos hincapié obtenernos distintos significados de una palabra, jugando con el sentido de nuestra frase. No es mera si se esmera.
• Epanadiplosis: se repiten la misma palabra tanto al comienzo como al final de la frase o verso. Llegué sin saber cómo, pero al final llegué.
• Epímone: consiste en reiterar varias veces la misma palabra o frase a lo largo de un poema o fragmento.
• Onomatopeya: este recurso se basa en sonidos que se producen en la realidad o en ruidos que asociamos con determinadas acciones o estados de ánimo. De esta manera conseguimos evocar esas sensaciones con palabras escritas:
o Sonidos de animales: miau, guau, muuu
o Ruidos relacionados con la comida: glup, gluglú, ñam
o Sonidos de golpes: crash, paf, plaf, Zas
o Ruidos de aparatos o sonido ambiente: bla-bla, ding- dong, jajaja, piipii, riiing, toc-toc
• Paranomasia: típico recurso que vemos en los trabalenguas, en el que recurrimos a palabras de sonoridad y pronunciación casi idéntica para jugar con el sentido. El gato lamió la gota en su plato de plata.

Archisílabos, mejor evitarlos

Primero de todo, ¿qué es un archisílabo?

Este musical término define aquellas palabras que han sido alargadas por medio de la utilización de sufijos. Esta forma de crear palabras no sería un problema si los vocablos formados añadieran matices de significado o tuvieran una variación semántica respecto de la palabra raíz. Ahí está el problema: por un lado no añaden nada nuevo, por lo que son innecesarios; por otro dificultan la comprensión del mensaje o del texto y en muchas ocasiones se usan erróneamente.

En los últimos años hemos podido detectar un aumento en el uso de este tipo de palabras en muchos ámbitos: político, publicidad y marketing, periodístico, etc.

La formación de estos “palabros” es sencilla. Basta con añadir al término ya existente y correcto una serie de sufijos que alargarán el término original: -logía, -ción, idad son algunos de ellos, aunque hay más y como decimos no aportan significado por lo que son innecesarios.

Algunos dirán que existen palabras largas que terminan en algunos de esos sufijos y que forman parte de nuestra lengua desde hace mucho tiempo. Por supuesto, son lo que llamamos sustantivos abstractos, aquellos que utilizamos para designar ideas o conceptos como cualidades. Cuando queremos referirnos a alguna de esas abstracciones recurrimos a estos términos: creatividad, escepticismo, razonamiento.

Los traductores y correctores de ABC Translink son conscientes del problema que supone enfrentarse a un texto de tipo oficial, periodístico o de marketing en el que abundan este tipo de palabras. ¿Cómo enfrentarse a ellas? ¿Deben traducirse o corregirse tal cual o es preferible adaptarlas?

Como en otros casos hay que diferenciar entre el aspecto estilístico y el gramatical.

Desde un punto de vista de la corrección lingüística los archisílabos son incorrectos. No solo porque se trata de términos de nueva creación y de dudosa utilidad, sino porque, como decíamos, se usan de manera incorrecta desvirtuando el sentido, y el mensaje. Por lo tanto, habría que corregir, al menos, aquellos que claramente son erróneos, revisando luego los innecesarios. Dependerá del grado de corrección que se lleve a cabo si se sustituyen o se mantienen algunos de ellos.

Entonces, si son erróneos, inútiles y perjudiciales para nuestro mensaje ¿por qué no solo se han asentado en nuestro lenguaje sino que además se han popularizado y extendido?

Por desconocimiento. Ignoramos muchos aspectos de nuestra propia lengua y nos convencemos de que cuanto más rebuscado, complejo y rimbombante suene un discurso más calidad destila. Así pues, contención, repasemos nuestros textos y nuestras ideas antes de lanzarnos a utilizar este tipo de palabras.

Escritura de las cifras: números cardinales

Cualquier profesional de la traducción o la corrección sabe el tiempo que se puede perder, durante un encargo, en pulir los pequeños detalles referentes a la conversión de los números de un idioma a otro. Ya hablamos de la expresión escrita de las cifras y para completar, repasaremos los cardinales, que aunque no son demasiado complicados, en ocasiones se pueden producir errores en su expresión escrita.

Los cardinales son numerales con los que expresamos la cantidad o con los que contamos. Suelen funcionar como adjetivos: “he leído seis libros este mes“,  pero también pueden funcionar como pronombres, al reemplazar al sustantivo en una oración: “este mes he leído seis“.

Esta numeración cardinal es más sencilla en su enunciación, pues se corresponde con los números naturales. No obstante conviene tener en cuenta:

– A partir de los cambios introducidos en la Ortografía de la Lengua española en 2010 los cardinales inferiores a cien pueden escribirse en una sola palabra (anteriormente eran solo hasta el treinta): treintaiséis, setentaiocho. Eso sí, la i de unión ha de ser latina y deben seguir las normas de acentuación generales.

– Se considera de uso vulgar eliminar el diptongo en los compuestos de la primera decena: diecisiete, dieciocho. Igualmente no se admiten en las series superiores: trentisiete, cincuentinueve.

– Hasta mil se escriben también en una sola palabra: doscientos, quinientos, novecientos.

– Los miles han de escribirse, sin embargo, en palabras separadas: cuatro mil, siete mil, mil trescientos veinte.

– Los millones suponen ligeras variaciones respecto a la raíz utilizada para expresar el número: millón, billón, trillón, cuatrillón, quintillón, sextillón, septillón, octillón, nonillón.

– También puede unirse en compuestos de una sola palabra el numeral con determinados indefinidos de cantidad que forman palabras como: sesentaipico, treintaipocos, etc.

– Los cardinales, cuando funcionan como sustantivos, son siempre masculinos: el cuatro, un millón. En cambio, cuando son adjetivos o pronombres no varían el género salvo uno y sus compuestos.

– Los cardinales terminados en uno seguidos de sustantivo femenino deben concordar en género con este: cuarentaiuna canciones, ochentaiuna personas. Hay una excepción en el caso de los sustantivos que comienzan con a tónica: treintaiún anclas, cincuentaiún aves.

– Cuando el cardinal y sus compuestos funcionan como adjetivos y anteceden al sustantivo masculino adoptan la forma apocopada siempre: un árbol. También se usa el apócope femenino cuando comienza con a tónica: un águila.

La cursiva, usos y costumbres

Otra gran desconocida de la lengua escrita. La también llamada itálica es empleada de “aquella manera” en muchas ocasiones, por lo que vamos a resumir los usos adecuados de este resalte.

Por cierto, en los textos o fragmentos escritos en cursiva se utilizará la grafía redonda para sustituir a la función de resalte; y se aconseja poner en cursiva los paréntesis, solo si todo el texto que contienen está resaltado.

TÍTULOS

• Literatura: cualquier obra literaria (narrativa, teatro, manuales científicos, obras técnicas).

• Obras de arte que engloban: pintura, música, títulos de canciones, esculturas, etc.

• Creaciones audiovisuales: películas, series y programas de televisión, radio…

NOMBRES PROPIOS

• Los nombres propios con mayúscula no suelen llevar cursiva (tampoco negrita). Los apodos o pseudónimos van en cursiva si siguen al nombre y aunque vayan entre paréntesis; por el contrario pierden el resalte cuando van separados.

• Los nombres científicos, latinos o latinizados de animales o plantas llevan cursiva y la primera letra en mayúscula.

OTROS USOS

• Se pueden marcar con cursiva partes o fragmentos del texto sobre los que se quiere hacer hincapié.

• Cualquier palabra a la que siga su definición o una nota explicativa ha de ir en cursiva.

• Las palabras de idiomas extranjeros que se incluyen en el texto en la lengua original se marcan en cursiva. Si el texto es coloquial no es necesario distinguir las que están aceptadas y son de uso común.

• Igualmente, las palabras que se escriben mal intencionadamente o que pertenecen a dialectos o jerga se escriben en cursiva para indicar que pertenecen al ámbito del argot.

• Las letras que pertenecen a fórmulas matemáticas (no así las de las del campo de la química): a + b = c.

• Las letras que representan magnitudes se marcan en cursiva para diferenciarlas de los símbolos de unidades de medida (litro, metro, etc.).

• Los ejemplos que se incluyen en los textos: por ejemplo, esta línea.

• Las palabras terminadas en –um que están integradas en nuestro idioma no se consideran latinismos, por lo que no han de marcarse con cursiva, el resto si es necesario: referéndum, a posteriori.

• Los avisos que remiten a otra parte dentro de la misma obra van en cursiva, al igual que el resto de textos accesorios, que se resaltan con paréntesis u otro tipo de fuente.

Traducciones tecnológicas, Apps, Software informático y programación

En ocasiones anteriores hemos hablado sobre la influencia que la tecnología y los avances digitales han tenido sobre la labor del traductor y el corrector.

Dentro de esa tecnología conviene incidir sobre la informática y todo lo relacionado con ella: Software, aplicaciones para móviles o tablets, programas para la web, etc. En la actualidad, el volcado idiomático de todos esos productos o sistemas está a la orden del día y, además, se lleva a cabo en multitud de lenguas diferentes.

En ABC Translink sabemos que enfrentar una traducción de estas características es complejo y que requiere el dominio de muchos ámbitos. Para realizar una labor de calidad, el profesional  debe  poseer un alto nivel idiomático, tener conocimientos sobre la materia tratada y manejar con soltura los términos propios de la especialidad concreta, pero además debe tener experiencia en el campo de la traducción de marketing y la transcreación, y si ha de trabajar con documentos relacionados con la programación o el diseño web conviene que posea conocimientos mínimos de lenguajes de programación.

En otras especialidades de traducción -literaria, jurídica u oficial-  es importante mantener la fidelidad del contenido que se traduce (salvo necesarias excepciones), mientras que en casos como el que nos ocupa, la posibilidad de variar el vocabulario y la forma no solo es necesaria sino que es conveniente.

Tras una primera fase de traducción se inicia el complicado proceso de dar forma al texto para que al finalizar, tenga además de la obligatoria corrección técnica, un aspecto y estilo agradable para el consumidor, un vocabulario adaptado al receptor y cumpla con las expectativas del usuario.

En cuanto a lo relacionado con la maquetación y la corrección de este tipo de textos, hay que tener en cuenta toda una serie de factores que van a influir y obstaculizar la labor del profesional y que no vamos a encontrar en otras especializaciones. Maquetar para la web tiene sus particularidades, y hay que pensar en ellas pues si no las tenemos en cuenta con anterioridad, podemos provocar retrasos, fallos graves y tener dificultades para completar el trabajo.

Mantener tamaños, formas y demás aspectos visuales y gráficos puede ser complejo cuando se trabaja con idiomas que no utilizan la grafía latina, pues las fuentes, espaciados e incluso el orden y la forma de escribir son completamente diferentes de la nuestra. Pensemos, por ejemplo, en alfabetos como el griego, el cirílico o casos más extremos como el chino o el árabe.

Es por tanto recomendable tener una idea global y detallada del trabajo a realizar, para poder abordarlo con eficiencia, y poder prever todos esos imprevistos que podrían surgir.

Formación de palabras: acrónimos

Anteriormente hablamos sobre las siglas. Hoy vamos a recordar lo que convierte una sigla en un acrónimo.

Un acrónimo es una palabra formada por la conjunción de elementos provenientes de otras palabras o una sigla que puede leerse como una palabra normal. En algunos casos, y con el tiempo, los que son legibles dejan de escribirse con mayúsculas y pasan a formar parte del léxico ordinario.

Formación

Al igual que ocurría con las siglas, los acrónimos se forman a partir de las iniciales de las palabras núcleo de la expresión que los origina. Igualmente se omiten preposiciones y artículos, conjunciones, salvo que sean necesarias para permitir su lectura, en cuyo caso se mantienen. OPEP (Organización de los países exportadores de petróleo).

Género y  número

En el momento en que los acrónimos se convierten en palabras “normales” forman el plural siguiendo las normas establecidas.

En cuanto al género, y al igual que las siglas, los acrónimos mantienen el género de la palabra núcleo de su expresión. No obstante, la mayoría de los que pasan a formar parte del vocabulario establecido adoptan el género masculino.

Ortografía

Los acrónimos convertidos en palabras admiten la división al final de la línea. También se acentúan siguiendo las reglas generales: Fundéu (Fundación del Español Urgente)

Muchos de los acrónimos que se han incorporado a nuestro lenguaje provienen de palabras extranjeras, principalmente del inglés y llevan en nuestro vocabulario mucho tiempo, sin que seamos conscientes de su verdadero origen, de que en un principio eran un conjunto de iniciales que parecían una palabra. Es el caso de términos como Láser cuyo germen es: Light amplification by stimulated emission of radiation o Radar que proviene de la expresión: Radio Detection And Ranging.

Como comentábamos en relación a las siglas, la mayor parte de los acrónimos proviene de nombres de entidades, asociaciones o empresas. Con el tiempo, también han empezado a florecer los acrónimos relacionados con el mundo de la tecnología o la informática. Os dejamos un breve listado de ejemplos:

Mapfre. Mutualidad de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas de España

Ovni. Objeto volador no identificado

NASA. National Aeronautic and Space Administration

Nascar. National Association for Stock Car Auto Racing

OTAN. Organización del Tratado del Atlántico Norte. (NATO en sus siglas en inglés: North Atlantic Treaty Organization)

PIN. Personal Identification Number


BIOS. Basic Input Output System


WLAN. Wireless local area network

RAID: Redundant Array of Independent Disks


VPN. Virtual Private network (RPV en español red privada virtual)

Modem. Modulator Demodulator

Ram. Random Access Memory

Sata. Advanced Technology Attachment