Palabras en peligro de extinción: los insultos

En nuestra serie de palabras en peligro de extinción ya hemos hablado de la vuelta al cole, el tiempo de ocio y los oficios antiguos. Hoy nos toca recordar algunos términos divertidos que la gente de antes utilizaba para denostar, criticar o afear la conducta de sus compañeros, familiares, amigos y enemigos: los insultos. Sigue leyendo, te aseguro que te vas a divertir…

insultos antiguos

Zangolotino

Empezamos nuestra selección de insultos en desuso con uno de los favoritos del grupo de correctores de ABC Translink: zangolotino.

Según el DRAE, un zangolotino o zangolotina es una persona joven con un comportamiento excesivamente aniñado o infantil, pero seguro que tú también has conocido a más de un zangolotino que ya ha cumplido sus añitos… ¿A que sí?


Vagaroso

Algunas veces lo mejor de un insulto es que el insultado no se entere de lo que le estás llamando o, mejor todavía: que piense que lo halagas cuando realmente estás haciendo todo lo contrario. ¿Un ejemplo?: la rotunda y aparentemente positiva palabra vagaroso que no tiene nada que ver con el vigor o la energía sino con ser una persona vaga, perezosa, excesivamente pausada, etc.

Fantoche

Hay insultos antiguos que aunque ya no se utilicen siguen comprendiéndose perfectamente bien. Es el caso de fantoche, ese apelativo no cariñoso que dirigimos a las personas grotescas, presumidas o estrafalarias.

Meapilas

La palabra meapilas sigue plenamente vigente entre aquellos hombres y mujeres maduros que vivieron esas épocas marcadas por la religión obligatoria. ¿Su significado peyorativo?: santurrón o santurrona, exagerado o hipócrita en sus demostraciones caritativas, etc.

Gazmoño

La z y la ñ de la palabra gazmoño hacen algo difícil su pronunciación, pero es uno de los mejores insultos viejunos que hemos encontrado en el diccionario de la Real Academia de la Lengua. El DRAE resume perfectamente el significado de este maravilloso término: “Que afecta devoción, escrúpulos y virtudes que no tiene”.

 

Bultuntún

Si pensamos en el significado de la expresión hablar al buen tuntún, enseguida deduciremos el significado de este elegante insulto de tiempos antiguos: chismoso, cotilla, persona que habla sin ton ni son…

Es una pena que el DRAE no reconozca su existencia porque es un insulto que estaría muy de moda en los mensajes de texto vía móvil, las discusiones en las redes sociales, etc.
Por cierto, ¿cómo podríamos adaptar el término buntuntún a nuestra informatizada sociedad actual? Quizá inventándonos insultos nuevos como e-bultuntún, bultuntún digital, moviltuntún, bultuitertún…

¿Se te ocurre alguna adaptación más de este o de otros insultos viejunos? ¡Comparte tus ideas con el resto de lectores de nuestro blog!

 

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