Traducción comercial

La traducción comercial, también llamada traducción de marketing, se ha convertido, desde la aparición de Internet y la globalización de la publicidad, en una necesidad, incluso una obligación, para las empresas que quieran tener éxito en la exportación de sus productos a otros países.

En ocasiones puede ocurrir que una empresa dedique un gran esfuerzo a la creación de una marca y que, igualmente, invierta una importante suma económica pensando que el éxito está asegurado. La sorpresa es mayúscula cuando se dan cuenta de que una palabra de más o un término mal traducido ha hecho que su campaña publicitaria no obtenga resultados o, en el peor de los casos, que pueda resultar ofensiva o de mal gusto repercutiendo negativamente en la reputación de su nombre.

Sin duda los traductores profesionales que trabajan para ABC Translink saben que hablar de “traducción publicitaria” no es ningún error. La necesidad de trasladar la difusión de una marca a otros mercados, ajenos a nuestra realidad cultural, puede ser realmente problemática si no se tienen nociones básicas sobre la sociedad destinataria de nuestro mensaje.

A la hora de adaptar el material de marketing hay una serie de cuestiones importantes que no hay que olvidar:

  • ¿A quién va dirigido? A pesar de que el espectro de edad, género, etc. pueda ser el mismo, la concepción de la realidad puede ser distinta en el lugar para el que se elabora el mensaje.
  • Analizar las diferencias culturales existentes: religión, creencias y valores deben ser tenidos en cuenta para mantener la “corrección política” y evitar susceptibilidades y ofensas.
  • Atención a los pequeños detalles. Lo que a simple vista puede parecer algo superfluo pasa a convertirse en esencial: los símbolos, los iconos, los gestos o los colores (por ejemplo, el negro no es el color del luto en todas partes) pueden ser decisivos para que el mensaje sea efectivo o erróneo.
  • Cuidado con el vocabulario. En ocasiones se escoge un término que en nuestro idioma no significa nada, es solo un nombre inventado, pero que en el otro puede “sonar” realmente mal. Igualmente, los juegos de palabras han de ser revisados.

Por lo tanto, es imprescindible que la empresa recurra a traductores que dominen el idioma para obtener un texto que cumpla con los estándares de calidad y que, a su vez, sean profesionales acostumbrados a eliminar esas barreras culturales que convierten una traducción normal en una de marketing.

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