Familias lingüísticas: lenguas aisladas y lenguas gestuales

En este último capítulo vamos a repasar la familia restante, la de las lenguas aisladas y las lenguas gestuales, que forman su propia familia idiomática.

LENGUAS AISLADAS

Se denomina lengua aislada a aquellos idiomas cuyo parentesco lingüístico no se ha podido determinar aún o es dudoso. Puesto que hay teorías que defienden que todas las lenguas provienen de la misma fuente, no se podría hablar de “aislamiento” real, lo que no significa que las lenguas que pudieran haber tenido un parentesco con las que hoy en día se hablan hayan desaparecido y actualmente encontremos esos idiomas aislados. La que más nos puede sonar entre estas lenguas es el euskera.

Como decimos, hay lingüistas que afirman que el hecho de que en la actualidad no se hablen lenguas relacionadas con estos idiomas aislados, no significa que en el pasado si hubieran existido. De hecho, en el caso del euskera, hay investigadores que la relacionan con el aquitano, un idioma del que quedan restos escritos, por lo que se podría hablar de una familia lingüística que anteriormente pudo estar formada por otros idiomas además del euskera o el aquitano. Otras lenguas aisladas, que ya han desaparecido son el tartésico, el etrusco o el paleosardo.

De hecho existen idiomas que se hablan en la actualidad (el tarasco en México o el kusunda de Nepal) para los que no se ha podido encontrar ningún resto, relación o parentesco pasado o actual, por lo que serían un caso de lenguas totalmente aisladas.

LENGUAS GESTUALES

La lengua de signos que usan las personas sordas tiene sus propias reglas en cuanto a sus relaciones y parentescos. Entre estas también las hay aisladas, surgidas fuera del flujo o la influencia de las primeras apariciones.

Algunas son evoluciones de las primigenias lenguas gestuales que se hablaban en cada país, como la francesa o la mexicana.

A pesar de lo que algunos pudieran pensar en un primer momento, las lenguas de signos de las comunidades de personas sordas no tienen nada que ver con los idiomas que se hablan en sus países. Por ejemplo, la lengua de gestos de Norteamérica tiene parentesco con la francesa mientras que no tiene ninguna relación lingüística con la británica, a pesar de que los hablantes de ambos países utilizan un idioma prácticamente idéntico.

Dentro de las familias de lengua de señas hay tres más relevantes:

  • Las que tienen su origen en la lengua de señas francesa, de la que provienen multitud de otras lenguas de signos: americana, mexicana, italiana, irlandesa, catalana, austriaca, etc.
  • Las basadas en la lengua de señas británica que durante el siglo XIX propició la aparición de lenguas de señas en países de su órbita como Australia o Nueva Zelanda.
  • Las provenientes de la lengua de señas alemana, como la polaca o la israelí.

Etiquetado:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *