Razones para contratar a un intérprete profesional

En el blog de ABC Translink ya hemos hablado algunas veces de la importancia de contratar a un traductor profesional para garantizar la calidad y efectividad de los textos corporativos, literarios, médicos, publicitarios, jurídicos, etc. Hoy vamos a recordar a otros grandes profesionales que también forman parte del equipo de ABC Translink: los intérpretes. ¿Por qué una empresa debería contratar los servicios de un intérprete profesional? Por unas razones tan importantes como las que te contamos en el artículo de hoy.

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Razón 1 para contratar a un intérprete profesional: precisión

Uno de los trabajos principales de un intérprete profesional es participar en conversaciones empresariales; reuniones internacionales entre varios socios o futuros socios en las que cualquier imprecisión o incorrección puede tener consecuencias negativas: no cerrar el contrato previsto, aceptar condiciones contractuales excesivamente exigentes, confundir los plazos de entrega de un proyecto, crear desconcierto o desconfianza entre los miembros de la reunión… Un intérprete profesional garantizará la absoluta precisión de la conversación en la que intervenga y se asegurará de que queden claros todos los puntos clave de la reunión empresarial, la conferencia internacional, etc.

Razón 2 para contratar a un intérprete profesional: confidencialidad

La mayoría de las conversaciones privadas en las que interviene un intérprete son – o deberían ser- absolutamente confidenciales. No estamos hablando solamente de ética, sino de respetar la dura legislación internacional vigente en materia de protección y salvaguarda de datos personales. Si no nos crees, echa un vistazo al Reglamento General de Protección de Datos aprobado por la Unión Europea hace dos años que entró en vigor en nuestro país el pasado 25 de mayo de 2018.

Razón 3 para contratar a un intérprete profesional: rentabilidad

En los dos puntos anteriores hemos hablado de dos razones de peso para contratar a un intérprete profesional: garantizar la precisión de lo que se dice y salvaguardar la confidencialidad de lo hablado.

Ambas razones se combinan para dar lugar a la tercera razón: la rentabilidad. Rentabilidad del tiempo invertido en mantener reuniones presenciales o virtuales; rentabilidad al evitar graves errores a la hora de interpretar palabras, frases o intenciones; rentabilidad evitando multas por no garantizar la confidencialidad de los datos personales que surjan en la conversación… En definitiva: rentabilidad pura y dura para la empresa que decida contratar los servicios de un intérprete profesional.

Simultánea, consecutiva, chuchotage… Diferentes servicios de interpretación profesional que se adaptan a las necesidades del cliente rentabilizando al máximo su inversión. ¿Quieres saber más sobre este interesante tema? ¡Pulsa aquí!

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